Pinceles espuma y estarcido

Esta es una técnica que lleva utilizando el ser humano desde sus orígenes. En el interior de cuevas como las de Atapuerca, sus habitantes colocaban las manos en las paredes y marcaban con pigmentos todo su contorno. En la actualidad, nos ayudamos de plantillas vinílicas para aplicar la pintura sobre ellas y generar los dibujos recortados o patrones sobre diversas superficies.

Por ello, esta técnica se relaciona poderosamente con el stencil (o esténcil), que permite reproducir en serie el motivo representado.

El mechón de los pinceles para estarcir o de estarcido suelen acabar en una superficie plana, generalmente de forma circular. Sus pelos retienen cierta cantidad de pintura, que se puede retirar en parte, para luego ser aplicada sobre el soporte o superficie interponiendo una plantilla o stencil que margina el dibujo. Al retirar la plantilla, las figuras recortadas en esta aparecerán aplicadas de pintura, mientras que el macizo del stencil quedará reservado.

En el caso de las brochas o pinceles de espuma para manualidades, esta forma plana se identifica claramente. La esponja es la que retiene la pintura y se aplica sobre el stencil.

El objetivo de este tipo de pinceles consiste en dejar una capa uniforme y que su factura pase desapercibida, a no ser que sea nuestra intención. Por lo general, si se aplica con pincel, suele dejar pequeños "pinchitos" debido a las cerdas del mechón, aunque son inapreciables a simple vista. Esto se debe a la forma de aplicación, ya que la pintura no se extiende sino que se realizan pequeñas presiones con el pincel, muy juntas y de forma reiterada.